Fomentar la Autonomía
La
autonomía es una habilidad fundamental para toda la vida. Fomentar
la autonomía de los estudiantes en el aprendizaje hace que se desarrollen como
seres humanos críticos e independientes y se preparen para afrontar problemas o
situaciones desconocidas. La autonomía prepara para enfrentarse a una
sociedad en la que el cambio y el dinamismo es una constante y suceden de
manera vertiginosa.
El mentor debe disponer de ciertas habilidades y
herramientas que le permita facilitar al estudiante iniciativas autónomas en el
aprendizaje, para que este sea capaz de aprender de manera eficaz e independiente.
1. Ayudar
a que los estudiantes tengan mayores protagonismos en la toma de decisiones. Aprovechar
con los proyectos y microproyectos para que los estudiantes sean los que
tomen las decisiones en el desarrollo de ellos.
2. Fomentar
la curiosidad, especialmente con lúdica y juego que suele ser muy motivador
para el estudiante.
3. Crear
una guía bien planificada y personalizada de aquellos conceptos que
tiene que ir asimilando el estudiante a lo largo del curso. Es una gran recurso
cognitivo e ideal, pues puede ir aprendiendo según su nivel de comprensión, a
su ritmo, y eso genera una gran motivación.
4. Crear sentido
de la responsabilidad, más no de obligación en los estudiantes. No es
fácil al principio, pero si se consigue es un camino ideal para estimular la
autonomía.
5. Trabajar
la autodisciplina. Se puede lograr con pequeños hábitos, por ejemplo:
dedicar la atención ininterrumpida a una sola cosa y acabarla, pues eso motiva;
ser crítico con nuestros razonamientos. Valorar positivamente los pequeños
logros conseguidos, el decir “bien hecho” ayuda a esa autodisciplina; tomarte
los objetivos con calma y viendo paso a paso lo que hay que hacer; etcétera.
6. Crear
hojas de rutas adaptadas e inculcar capacidades, no solo intelectuales,
sino también físicas y emocionales.
7. Implementar
una constante tutorización para que el estudiante sea capaz de
asimilar los errores, superándolos de forma positiva y afianzando su autoestima.
8. Establecer
una fuerte motivación hacia la cooperación con los demás como medio
para desarrollar el propio aprendizaje.
9. Propiciar “momentos” para
que el alumnado pueda acceder a tareas escolares de forma espontánea, que
elijan la materia que más les gusta, que accedan de forma individual o grupal.
La autonomía en el aprendizaje no significa hacer al
individuo protagonista único de su propio aprendizaje. Se trata de ser
independiente para aprender, pero tiene que existir una colaboración continua
en el desarrollo del saber. Todas estas acciones se centran en ese objetivo,
pues provocan sobre el alumnado un aumento de la confianza en sí mismo, y
por ende, logran una motivación que supera sus tareas y cualquier obstáculo que
se les pueda presentar, por tanto, potencia su autonomía.
Sobre todo, permite tomar conciencia de sus propios
recursos. El estudiante se siente más libre para intercambiar ideas, para
gestionar el tiempo de su aprendizaje, comprender mejor la teoría y desarrollar
actividades propias.
La autonomía en Casa
Es importante considerar que para fomentar la autonomía se
debe contar con la familia como por ejemplo en los temas siguiente:
Higiene: Todo lo referido a la higiene y autocuidado
personal: por ejemplo: control de esfínteres, lavarse las manos solo, cepillado
de dientes, el baño, lavarse la cabeza, peinarse, usar los productos de
higiene…
Vestimienta: Todo lo que se refiere al uso de las prendas y
su cuidado: ponerse distintas prendas (pantalones, calcetines, abrigos,
zapatos, cremalleras, botones…), guardarlas en el lugar adecuado, elegir la
propia indumentaria.
Alimentación: Relacionado con la conducta alimentaria: Comer
solo, uso de los distintos instrumentos, respetar unas normas básicas de
educación en la mesa, prepararse una merienda…
Convivencia en casa y por fuera: Son hábitos referentes a la
relación con los demás, el uso de algunos servicios comunitarios y la conducta
en el hogar: van desde saludar a la gente conocida, escuchar, pedir por favor y
dar las gracias; respetar turnos en juegos, pedir prestado, conocer los lugares
para cruzar la calle, evitar peligros (enchufes, productos tóxicos), ordenar
sus pertenencias, usar el teléfono, comprar, usar el transporte público o
disfrutar de servicios de ocio (ir al cine).
En la casa las estrategias que se pueden compartir son, por
ejemplo:
• Ofrecerles
alternativas en sus elecciones lo que incentiva la toma de decisiones y la
aceptación de las consecuencias de sus actos.
• Presentarles
nuevos retos que supongan un incremento en la dificultad y valorar el esfuerzo
que realizan al enfrentarse a ellos: dejarles hacer cosas solos. La etapa del
“yo solo” por la que pasan los niños puede ser muy estresante para la familia,
pero es fundamental para el correcto desarrollo de los niños y debemos ayudarles,
pero no impedirles que desarrollen actividades por sí mismos.
• Respetar
su privacidad, debe tener sus espacios íntimos y privados.
• Estimular
su razonamiento, no ser los primeros en ofrecer respuestas a sus preguntas
fomentará su capacidad de llegar por sí mismos a soluciones.
• No
desanimarles, evitar caer en la tentación de protegerles de posibles fracasos.
• Evitar
que dependan exclusivamente de la familia para resolver los problemas.
Recordarles que hay numerosas fuentes de consulta que pueden utilizar para
hallar respuestas y fomentar su pensamiento crítico.
• Ponerle
en valor la autonomía y que vaya apuntando en que la va consiguiendo.
Reforzando sus logros cuando logra hacer algo solo
• Darle
responsabilidades de la casa (ver imagen). Confiar, ello lo pueden hacer.
En los centros de experiencias
Todas las experiencias se deben considerar según las edades
y adaptarse en consecuencia.
Para la pedagogía puede uno establecer 3 tipos de autonomía
(Stefanou, Perencevich, DiCintio & Turner, 2004) a los cuales se debe reflexionar
para fomentar la autonomia:
- La
autonomía organizacional: Elegir el grupo, elegir el proceso de
evaluación, construir acuerdos y reglas, elegir como ubicarse en el salón…
- La
autonomía procedural: Escoger el tipo de material, escoger la manera de mostrar
sus competencias, establecer un plan propio, argumentar su manera, resolver
individualmente los materiales…
- La
autonomía cognitiva: encontrar las posibilidades de resolución, escoger entre
varias estrategias, justificar su solución, implicar la resolución
independiente, recibir retroalimentación, Formular objetivos personales, formular
su propio propósito y potencial, debatir ideas, preguntar, utiliza los errores
para aprender…
Experiencias de aprendizaje como ejemplos
La autoinstrucción
Objetivo: Orientar un monitoreo individual que permite tomar
decisiones propias.
Se puede utilizar un panel como el de la imagen para que los
estudiantes piensan por si mismos:
- ¿Qué
es los que tengo que hacer?
- ¿Cómo
le debo hacer?
- ¿es
la única manera de hacerlo?
- ¿Por
qué ha funcionado o no ha funcionado?
- …
Se puede reutilizar regularmente para que los estudiantes
puedan darse cuenta que pueden resolver muchas cosas solos.
Secuencia de acción:
Objetivo: identificar actuaciones autónomas: los estudiantes
logran poner en orden una rutina y entienden lo que involucra al nivel personal
y grupal
Ejemplo de fichas
Juegos de mesa:
Objetivo: inventar un juego de mesa en grupo de niños o
adolescentes sin que el mentor se involucre.
construir un Juego de mesa a partir de los juegos que conocen.
en pequeños grupos y establecer las reglas de juego: ¿Cómo se
juega?, ¿Quién y cómo gana?...
Diseñar y construir el juego (establecer material, fichas…)
Hacer pruebas del juego (jugar y ver si las reglas son
suficientes, si es divertido…)
Socializarlo para que los compañeros puedan jugar.
Semáforo de la ayuda
Objetivo: Desarrolla las habilidades de los estudiantes para
decidir si necesitan ayuda del maestro y cuándo.
Cada grupo (o individuo) recibe una pila de tres objetos de
colores (idealmente, verde, amarillo y rojo para imitar los semáforos). El mentor
le indica al estudiante que muestre el color que coincida con cómo van:
Verde: estoy/estamos bien, no se necesita la ayuda del mentor.
Amarilla: necesito/necesitamos la ayuda del maestro, pero
puedo continuar trabajando mientras la espero.
Copa roja: necesito ayuda del maestro de inmediato y he
dejado de trabajar.
El docente monitorea los colores mientras circulan, y
trabaja con los grupos según la urgencia. Al principio, los mentores pueden
encontrar que los estudiantes consideran cada piedra de tropiezo como una
situación de copa roja. Esta es otra oportunidad para fomentar la
independencia: Señale cuándo el color debe ser amarillo y dirija al estudiante
o grupo a lo que pueden trabajar mientras lo esperan. Dejar unos minutos y
volver a ayudar si el color está amarillo o rojo.
Para concluir, El aprendizaje basado en proyecto es clave
para trabajar la autonomía. Para ello es importante confiar en los estudiantes.
Son capaz dfe tomar decisiones autónomas, el mentor debe acompañar estas
decisiones.
Referencias
Aguilera-Alonso
(2016). Propuesta didáctica para trabajar la autonomía personal en el aula
desde el modelo cognitivo. Re-Unir. https://reunir.unir.net/handle/123456789/3612
Calvo Villalba
A.I. (2017). 10 iniciativas para que los estudiantes sean más autónomos. Https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/10-iniciativas-los-estudiantes-sean-mas-autonomos/
Emakunde
(n. d.). Autonomía Actuar en Igualdad https://www.emakunde.euskadi.eus/contenidos/informacion/proyecto_nahiko_unidades/eu_def/media/juegos/primer_ciclo/ud_3/1-2.3UD.prof_cas.pdf
Kusurkar, R. A., Croiset, G., & Ten Cate, O. T. J.
(2011). Twelve tips to stimulate intrinsic motivation in students through
autonomy-supportive classroom teaching derived from self-determination theory. Medical teacher, 33(12), 978-982.
García
Hernández, Ignacio, & de la Cruz Blanco, Graciela de las Mercedes. (2014).
Las guías didácticas: recursos necesarios para el aprendizaje autónomo. EDUMECENTRO, 6(3),
162-175. http://scielo.sld.cu/scielo.php?Script=sci_arttext&pid=S2077-28742014000300012&lng=es&tlng=es.
Núñez, J. L., & León, J. (2015). Autonomy support in
the classroom. European Psychologist.
Stefanou, C. R., Perencevich, K. C., DiCintio, M., &
Turner, J. C. (2004). Supporting autonomy in the classroom: Ways teachers
encourage student decision making and ownership. Educational psychologist,
39(2), 97-110.
Vallet
Regí, M. (2011) “Cómo educar a mi hijo durante su niñez (de 6 a 12 años)”.
Editorial Wolters Kluwer Educación



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