20 de junio de 2020

Meta-Cognición


Por Kevin Valentin (Junio 2020)


Esta es la historia de un concepto con dos términos antiguos, meta y cognición. Meta proviene del griego “μετά” significaba “más allá”, que más adelante se transformó en una abstracción de otro concepto, o sea más allá del concepto que sigue. El otro es cognición, que viene de otra tierra no menos importante en la antigüedad, del latín “cognoscere” cuyo significado era conocer, más tarde se refirió a todos los procesos mentales inherentes al conocer.

En la historia, estos dos vocablos se demoraron mucho para vincularse, no por la geografía, sino por razones variadas. Primero ¡Cognición conocía!, conocía todo o por lo menos eso creía. Estaba siempre con Memoria, Aprendizaje, Razonamiento, Atención y muchos otros procesos cognitivos. Todos compartían y se metían a trabajar juntos para resolver problemas, solucionar dificultades y aprender cosas nuevas. Sin embargo, como Cognición creía que lo sabía todo nunca fue a buscar más allá de lo que podía ver.

Meta siempre estaba más allá, entonces se quedaba siempre fuera del alcance, era la etapa de la que no se hablaba tanto por ser demasiado abstracta. Pero Meta siempre quería conocer de todo e a todo, por mucho tiempo quedo rechazada y olvidada, no era más que una visión lejana que los demás no podían o no querían ver ni entender. Meta entonces terminó siempre en la soledad.

Para solucionarlo, Meta entabló una odisea y, no sin dificultades, se puso a buscar con quién compartir, a quién conocer, entender y conversar. Fue complejo porque podía pasar al lado de otras palabras y estas ni siquiera se percataban. Hasta a veces preferían rechazarla. “¡Anormal!, ¡Rara!, ¡devuélvete por dónde llegaste!” gritaban, claro: el miedo al desconocido.

Ya cuando se había abandonada a sí misma y sin esperanza, se encontró con Física. Física se relacionaba mucho con Universo, Energía, Materia y Matemática, cuando se encontró con Meta, primero no sabía cómo relacionarse. Se necesitó de Aristóteles y Filosofía para entablar la primera conversación. Aristóteles tenía la habilidad de juntar conceptos. Primero puso a conversar Filosofía con Física, ellos eran en ese tiempo enemigos y no fue fácil, pero cuando llegó Meta todo se simplificó ya que ir más allá de Física no era ir en contra de sus valores.

Nació entonces Metafísica, de esta relación estrecha que aportaba todavía más a la física. Además, no es por nada, pero con Física había mucho que aprender, conocer y hablar. Pasarón noches interminables para poner más palabras a los fenómenos naturales, para filosofar juntos con los amigos de Física sobre la existencia de las cosas y de los acontecimientos. Ir más allá de lo observable fue como una revelación para ambos: Meta y Física. Para Meta, por lograr finalmente tener una relación estrecha y para Física, por entender que lo tangible era una pequeña parte de él mismo.

Después de mucho tiempo, Meta no podía contentarse con Física, siempre quería ir más allá, entonces entabló otro viaje. Otra vez pasó por momento de soledades y rechazo. Un día, cuando estaba llorando por culpa de la ignorancia y el rechazo se encontró con “Pherein”, un latín que se la pasaba trasladando. De este encuentro nació Metáfora, que traslada más allá del sentido. Cuando se unieron se superaron las historias con Física, claro, ya se estaban transformando las cosas en otras y la imaginación y la ficción empezaron a fortalecerse. De hecho, Pherein fue un giro muy grande en la vida de Meta, él tenía relación con muchísimos vocablos así que lograba presentárselos a Meta y todos empezaron a verle el lado positivo y a aceptarla.

Igualmente, siempre para ir más allá siguió con su odisea. Empezó a tomar más confianza en relacionase cuando se encontró con “Morfis” que quiere decir forma, creo metamorfosis que iba más allá de la forma. Otro momento interesante, Morfis antes de conocer a Meta se quedaba con formas definidas, cuadrados, triángulos, paralelogramos o círculos, pero al ir más allá se dio cuenta de su potencial para reformar, transformar, deformar e informar las formas.

Después de todos estos encuentros más y más enriquecedor para Meta, continuó su viaje y siguió encontrándose con muchos otros, Tarso o Carpo dando opciones para dar nombre a huesos. Seguía viajando y conociendo más vocablos, más palabras, más historias siempre quería conocer y conocer más.

Algún día, Meta se había encontrado con muchos y solo relativamente reciente se encontró con Memoria, y crearon Metamemoria gracias a Flavell y Wellman (1975). Metamemoria terminó siendo bastante interesante ya que Memoria está vinculada con muchos otros como Atención, Aprendizaje o Razonamiento. Todos tenían un vínculo estrecho y Meta no entendía bien por qué, así que pidió a Flavell (1979) le ayudara a entender cómo es que todos se vinculaban sin mezclarse, y fue después de muchas conversaciones que se dieron cuenta de que era Cognición que los juntaba.

Al enterarse de esto, Meta quiso conocer a Cognición el que conocía todo. “¿Cómo era posible que si conocía a todo no me conocía?” se preguntaba Meta. Cognición en un inicio no lo podía creer ya que Meta era una desconocida y hasta empezó rechazándola, no podía creer en algo que no conocía. Sin embargo, con mucha paciencia y dedicación Flavell logró ponerlos a conversar y empezó una historia bastante interesante; en efecto, Meta quería conocer, Cognición había encontrado algo inexplorado e inesperado, lo conocía todo menos a sí mismo. Conocerse a sí mismo es la base, el fundamento, Cognición se dio cuenta de que siempre había algo más allá, tanto que ahora siente que sin Meta la vida no es la misma.

Ahora se están juntado para formar Metacognición, que será más allá del conocer, conocer el conocer. Todavía en 2020 la Real Academia Española no lo ha aceptado. Pero ya muchos la están estudiando (Desoete & De Craene, 2019; Lai, 2011; Ohtani & Hisasaka, 2018; Verschaffel et al., 2019). Finalmente, al pensarlo mucho, seguramente Meta seguirá su odisea ¿Quién conoce lo que hay más allá?


Referencia

Aristóteles (2018). Metafisica de aristoteles. Edición trilingüe a cargo de Valentín García Yebra. Editorial Gredos. ISBN 9788424938390.

Desoete, A., & De Craene, B. (2019). Metacognition and mathematics education: An overview. ZDM, 51(4), 565–575. https://doi.org/10.1007/s11858-019-01060-w

Flavell, J. (1979). Metacognition and cognitive monitoring. A new area of cognitive-developmental inquiry. American Psychologist, 34(10), 906–911. https://doi.org/0003:-066X/79/3410-0906$00.75

Flavell, J. H., & Wellman, H. M. (1975). Metamemory.

Lai, E. R. (2011). Metacognition: A literature review. Pearson’s Research Report, 1–41.

Ohtani, K., & Hisasaka, T. (2018). Beyond intelligence: A meta-analytic review of the relationship among metacognition, intelligence, and academic performance. Metacognition and Learning, 13(2), 179–212. https://doi.org/10.1007/s11409-018-9183-8

Verschaffel, L., Depaepe, F., & Mevarech, Z. (2019). Learning Mathematics in Metacognitively Oriented ICT-Based Learning Environments: A Systematic Review of the Literature. Education Research International, 2019. Scopus. https://doi.org/10.1155/2019/3402035

No hay comentarios.:

Publicar un comentario