28 de marzo de 2016

¿Qué Aporta la neurociencia a la educación?

¿Qué Aporta la neurociencia a la educación?

Por Kévin Valentin (2016)

La neurociencia es el estudio del sistema nervioso desde un punto de vista biológico y anatómico asociado a una vista funcional. Actualmente, la tecnología nos permite ver el cerebro en funcionamiento mientras se hace una actividad. Con estos avances, logramos estudiar más en detalle lo que pasa en el cerebro cuando estamos haciendo un proceso cognitivo, o simplemente mirando una imagen o moviendo un dedo.

En primera instancia, estos avances pueden ofrecer aportes para fundamentar lo que sucede en el cerebro en procesos tal como el aprendizaje, la memoria, las emociones, las percepciones o la enseñanza por citar algunos procesos que están involucrados en la educación. Con un conocimiento que complementa el conocimiento pedagógico el educador puede entonces llegar a tomar decisiones que le permiten aprovechar el mejor funcionamiento del sistema nervioso y de esta manera transformar e innovar en su praxis.

Un aporte muy importante tiene que ver con la plasticidad cerebral o neuroplasticidad, en efecto, nos permite entender el dinamismo permanente del sistema nervioso ya que todo el tiempo hasta cuando esta dormido se crea o se elimina conexiones y neuronas. Este dinamismo evoca la importancia de considerar la experiencia y el ambiente dentro de los procesos de aprendizaje y de enseñanza. 
Otro aporte que aporta y complementa la labor docente es neurodesarrollo como “proceso multifacético, multidimensional y dinámico, que dirige el crecimiento y desarrollo del sistema nervioso” (Campos, 2010). Nos permite fundamentar y entender que desde la gestación hacia el envejecimiento, nuestro cuerpo cambia. En los procesos de aprendizaje evoca por ejemplo periodos sensibles[1] (ilustración 1) como ventana de oportunidad que facilita la adquisición (Nash, 1997).

Ilustración 1: los periodos sensibles

Dentro de la práctica docente también la neurociencia educacional nos permite entender mejor la individualidad desde la “Neurodiversidad”. En efecto, a partir del entendimiento de las diferencias individuales se promueve las fortalezas de cada uno para favorecer la construcción de “nichos positivos” para que todos puedan florecer (Armstrong, 2015).

Desde la neurociencia educacional también se puede hablar de los aspectos socioemocionales en los procesos educativos. En efecto, las emociones al igual que las interacciones sociales tienen un impacto tanto en el aprendizaje como en la enseñanza.

La neurociencia educacional es un campo científico emergente que vincula la neurociencia, la psicología y las ciencias de la educación, los aportes pueden ser presentados de una manera macro y dar generalidades como las presentadas aquí. Sin embargo, cuando se considera estos aportes en el contexto de cada docente, desencadena una posibilidad de mejorar la práctica educativa a partir de estrategia y metodología fundamentada y contextualizada.

Referencias Bibliográficas

- Armstrong, T. (2015). NEURODIVERSIDAD EN EL SALÓN DE CLASES. Estrategias basadas en fortalezas que ayuden a los alumnos con necesidades especiales a tener éxito en la escuela y en la vida. Lima, Perú: CEREBRUM Edición.
- Campos, A. L. (2010). Primera infancia. Una mirada desde la Neuroeducación | Conafecto. Retrieved from http://conafecto.com/recursos/investigaciones/primera-infancia-una-mirada-desde-la-neuroeducacion/
- Nash, J. M. (1997). Fertile minds. Time, 149(5), 49–56.





[1] Es importante aclarar que son “periodos sensible” y no “periodos crítico” en efecto, los periodos sensibles implican momentos en los cuales es más fácil aprender una habilidad por el neurodesarrollo mas no que si no lo aprende en este periodo ya no podría aprender. ¡Se puede aprender durante toda la vida!

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